Esta salsa no tiene mucho secreto, pero como me habéis pedido que os cuente mi receta pues aquí os la dejo...
Con estos ingredientes preparo más o menos, medio litro de salsa de tomate.
Uso los tomates tipo pera, pero a veces si no encuentro o me quedan de otro tipo en la nevera, no pasa nada, también vale, aunque para mi gusto la salsa sale más rica con esta variadad.
Utilizo los tomates enteros, no les quito las semillas ni la parte central, porque nos gusta más así, pero si no queréis que tenga semillas y que sea una salsa más espesa, podéis quitar el centro. Personalmente me parece una pena desperdiciar así los tomates pero... en cuestión de gustos no hay nada escrito.
Empezamos...
Lavamos bien los tomates y los cortamos en dados. Ponemos aceite de oliva cubriendo el fondo de una sartén y cuando esté caliente echamos los tomates cortados, removemos y dejamos a fuego fuerte unos 10 minutos. Añadimos sal, azúcar y pimienta negra molida y bajamos el fuego un poco, lo dejamos a fuego medio, preferiblemente con tapa a menos que queráis que vuestra cocina acabe pareciendo un escenario de una peli de Tarantino...
Removemos de vez en cuando y esperamos unos 30 minutos.
Yo no suelo pelar los tomates porque una vez cocinada la salsa la paso por el chino y ahí quedan todas las pieles, pero si no tenéis chino o pasapurés, os recomiendo pelar los tomates para que os quede mejor.
Dejamos enfriar y conservamos en la nevera hasta el momento de usar, no más de dos o tres días.
Y ya solo falta añadirla a vuestras pizzas, pastas, guisos, etc. Aunque así tal cual, acompañada de un par de huevos fritos está de toma pan y moja.... :)
